Aunque no parezca totem, debemos adorarle y bailar en derredor aunciando la llegada de la buena nueva, pidiendo por la buena cocecha y la fertilidad de nuestras mujeres y hombres. Es la nueva partida, el primer rayo de sol primaveral, la primera espinilla que anuncia el acné.
paz y amor
martes, 19 de octubre de 2010
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